Lunes 18 de septiembre de 2006 | ||
Primer Reporte - Desde Yereván, Armenia | ||
BÁREB!!! Equipo Cáucaso, el documental |
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Sábado 7 de octubre de 2006 | ||
Segundo Reporte - Desde Tbilisi, Georgia | ||
Gamarjoba!!! Estimados todos, sabemos que ha pasado bastante tiempo desde nuestro primer reporte, pero para alegria nuestra y de ustedes (esperamos) ha sido porque equipo Caucaso ha estado trabajando intensamente. Ya estamos en Tbilisi, Georgia, segunda parada de nuestro viaje. De Armenia no contamos mucho, asi que aqui vamos. En nuestro ultimo reporte llevabamos 4 dias en Yerevan y todavia no sabiamos bien a donde nos iba a llevar Armenia. De personajes, ni hablar...pero al quinto dia vimos la luz y todo lo que habiamos conversado en Santiago tomo forma y sentido: pudimos ponerle rostro a este pais. Nada mas adelantaremos sobre esto, jeje. Al sexto dia empezamos a correr por Yerevan haciendo entrevistas y no paramos mas. Entrevistamos a pintores, arquitectos, musicos, cantantes de un coro, fotografos, jovenes que trabajan en ONGs, estudiantes, gente de la calle, desempleados, una vendedora de globos, politicos, economistas, historiadores, un "artivista", un ex miliar sovietico, un militar activo, refugiados, un coro de fanaticas patrioticas, la representante de la ONU en Armenia, la asistente personal del ministro de Relaciones Exteriores y... al mismisimo ministro de Relaciones Exteriores, solo por nombrar a algunos. Punto aparte merece nuestra visita a Nagorno Karabagh, que es una region que esta en territorio azeri pero de facto pertenece a Armenia. Azerbaijan y Armenia tuvieron una guerra por esta region durante los 90s y hoy "goza" de una fragil estabilidad producto de un acuerdo de cese al fuego que no se ve cuando podra convertirse en un tratado de paz. Y hacia alla partimos, con Nareg como guia y traductor. Nos alojamos en Shushi, una ciudad donde aun se puede sentir el olor de la guerra. Antes era una gran urbe, habitada por poblacion azeri principalmente, y hoy uno puede ver como esta reducida a un pueblo, donde solo viven armenios, no hay alcantarillado y donde la ciudad queda practicamente a oscuras por las noches por la falta de alumbrado. Para nosotros que no estamos acostumbrados a presenciar realidades como esta (salvo por las noticias) fue una experiencia impactante, sobre todo cuando estuvimos en Aghdam, una ciudad que la han bautizado como la Hiroshima del Caucaso y a la que esta prohibido ir al menos para los extranjeros, pues la seguridad no esta garantizada ya que es una zona que anteriormente estuvo plagada de minas antipersonales. Nuestro espiritu periodistico pudo mas e igual nos fuimos a meter alla, sabiendo que no estabamos arriesgando nuestras vidas ni mucho menos. Aghdam era una rica urbe de 100 mil habitantes y hoy esta desierta y completamente destruida. Como se encuentra en Azerbaijan pero en el lado armenio de la linea de cese al fuego no se ve en el futuro una reconstruccion. Ni en el corto, ni en el mediano ni en el largo plazo. Volvimos a Yerevan. El camino de vuelta no estuvo exento de "emocion" . Vimos la muerte como 5 veces, una en especial cuando nos despertamos y nuestro auto figuraba en la mitad de la carretera entre un camion y otro auto. Y despues la gente se preocupa de que hayamos estado en una zona de guerra... el verdadero peligro son estos armenios majaretas manejando. En Armenia dejamos 26 cintas grabadas, un buen par de amigos: Nareg y Naz, un fotografo un poco hiperventilado pero buen amigo ahora; momentos muy chistosos, sobre todo relacionados con nuestra nula capacidad de comunicarnos en armenio. Dejamos nuestros mails en las agendas de las niñas del coro de Armen (con las que no sabemos como nos vamos a comunicar), a Hakob, nuestro amigo y traductor (en espanol!!!) que nos permitio conocer un poco mas de la zona rural de Armenia, dejamos ademas un par de calcetines grises que desaparecieron misteriosamente y un calcetin guacho que a Nando le dio lata ir a buscar al colgador del depto. de abajo... y dejamos la esperanza y las muchas ganas de volver algun dia a este maravilloso pais. El miercoles nos encontro cruzando la frontera terrestre entre Armenia y Georgia, con una leve sensacion de temor por todo lo que nos habian dicho de las coimas. No paso nada y luego de un par de horas entrabamos a Tbilisi, ciudad que nos contrasto inmediatamente con nuestra ya familiar Yerevan: mucho mas grande que esta, mas europea y con mas que un cierto aire a Valparaiso.Llevamos cuatro dias en esta ciudad y ya hemos dejado nuestros pies por la avenida Rustaveli (la mas importante de Tbilisi), carreteamos con un grupo de skaters para conocer el mundo juvenil georgiano, probamos la que nos habian dicho era la exquisita comida georgiana y termino siendo un osobuco sacado de una picada de camionero del camino Requinoa- Chimbarongo, acompanamos a una familia a votar a elecciones municipales, y la proxima semana Catalina sera invitada especial a un programa de television sobre juventud en la television publica de Georgia. En un futuro proximo el tercer reporte sobre Caucaso, el documental. Cata, Cristobal, Nando y Pola. |
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Jueves 2 de noviembre de 2006 | ||
Tercer Reporte, desde Bakú - Azerbaiyán | ||
Salam!!!!! Llegamos a Baku, capital de Azerbaijan, via tren desde Tbilisi, Georgia. El viaje demoro cerca de 15 horas donde olores, paisajes e idiomas se mezclaban y creaban una atmosfera bastante particular que nos permitio digerir lo que habia sido nuestra estadia en Georgia. La ultima vez que supieron de nosotros llevabamos cerca de 3 dias en Tbilisi, pero esa ciudad tenia mucho más que entregarnos. De partida nos reencantamos con la comida, ya que luego de nuestra nefasta experiencia con un osobuco desabrido conocimos el khinkali (una especie de gyosa mas grande y jugosa) , Khatcapuri (masa con queso que viene en distintas formas y tamanos), Ostri (estofado de carne con alinos locales), todos estos preparados no en restaurantes lujosos sino en picadas que siempre estaban en subterraneos bastante calurosos, con olor a humo de cigarro y con cocineras rosaditas y con cara de buena onda. El vodka y la cerveza son los acompanamientos obligatorios para estas comidas y sin distincion de sexo o edad. Rustaveli fue nuestra calle, caminamos por ella tantas veces que hasta las personas que pedian nos reconocian, especialmente uno que ya hacia el final nos saludaba con un "Hi, I´m OK". Cuando no caminabamos por Rustaveli, estabamos arriba de una micro; el sistema era bastante civilizado, de hecho se paga al bajarse y nadie, ojo nadie, se va sin pagar. Ademas de las micros, el metro era toda una experiencia ya que el alfabeto georgiano - parecido a un plato de tallarines - no hacia nada amistoso el cambio de lineas. Llevabamos 5 dias y comenzo la lluvia. Todos nuestros planes de grabar la ciudad se vieron aguados y nos empezamos a desesperar encerrados en nuestro departamento esperando que aparecieran las entrevistas y un rayo de sol para poder ver algo y no andar paseando por pasear disfrazados de astronautas y pistachos. Pero nos salvamos cuando sono el timbre de nuestro departamento y nos encontramos con Sandro. Un chiquillo de lentes amarillos, boinas de lana y poleras de Brasil, que ¡oh, alegria para nosotros! estaba a punto de estrenar un talk show en la TV publica. Asi que para alla partimos con nuestras camaras a grabar (y ser grabados). Como era el primer capitulo no habia demasiado publico y Catalina tuvo que acceder a sentarse entre ellos, junto a Mari -nuestra productora en terreno- y como obviamente no entendia nada, para no hacer el loco se reia cuando todo el resto se reia. No todo fue trabajo. Nos tomamos un dia de descanso a las orillas del mar negro en Batumi, una ciudad bonita, pero que claramente esta viva en verano, porque cuando fuimos nosotros estaba dormidisima. Tuvimos que recorrerla entera para poder encontrar un lugar donde tomar desayuno y hacer hora hasta que empezara a despertarse la ciudad. Los highlights fueron el acuario con peces de feria, la rueda gigante que no estaba funcionando y los khatchapuris. Entrevistamos a Schevernadze, fuimos al estadio a ver Italia contra la selección local y Nando estuvo detenido mas de una hora en manos de la milicia georgiana, pero esas son anecdotas que pueden leer en el blog ( proyectocaucaso.blogspot.com ). Tbilisi es una ciudad que se ve mas moderna, verde y con look europeo en comparacion a otras que habiamos conocido aca, pero que sigue manteniendo un aire sovietico, donde la gente come khatchapuri como quien toma agua, donde en todas partes hay banderas de la UE, donde hay bandas de pub que tocan La Bamba sin entender nada de lo que cantan, donde la gente se persigna 3 veces al pasar por una iglesia y las mujeres no pueden entrar a ellas sin cubrir su cabello, donde no logramos encontrar ninguna cancion de reggeaton para comprobar lo que nos habían contado antes de partir y donde las calles estan llenas de escupos y colillas de cigarros. Con 25 cintas grabadas y entrevistas interesantes que abracaron desde estudiates universitarios, vendedores callejeros y políticos que participaron el 2003 en la Revolución de las Rosas dejamos Tbilisi. Por supuesto que con una buena botella de vino georgiano que aumentó nuestro equipaje, y nos hubieran visto camino a la estacion de trenes... no pasamos desapercibidos... pareciamos equecos!!! Bueno... ya estamos en Baku y la ciudad se encargo de recibirnos con una suerte de tormenta. Llovio tanto en una manana, que se lleno la cuota mensual de lluvia de la ciudad. Ademas se inundaron las calles y parecia Venecia. Lo unico que falto fueron los clasicos carritos que cruzan gente en el invierno santiaguino... aqui a nadie se le ha ocurrido la idea, y habria sido util, porque la gente opto por sacarse los zapatos, arremangarse los pantalones y cruzar las calles. De Baku queremos adelantar que es una ciudad grande, llena de edificios nuevos, que curiosamente nadie ocupa, pero que se siguen construyendo todos los dias. Hay bastantes extranjeros (cosas del petroleo) y el trafico es igual o peor que en los otros dos paises del Caucaso. Si bien Azerbaiajn es un pais musulman no se ve a muchas mujeres usando velo pero si podemos notar la ausencia de alcohol en la calles. La gente - mas bien los hombres ya que las mujeres brillan por su ausencia en las calles - se reunen a conversar tomando te. Asi como en Georgia el Khatchapuri la llevaba, aqui en Baku es el Doner (carne al pan con verduras) y el te, sobre todo el te. Mas detalles de Baku y el proyecto en el siguiente reporte. Saludos a todos Equipo Caucaso, el documental. |
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Lunes 27 de noviembre de 2006 | ||
Cuarto Reporte, desde Moscú - Rusia | ||
¡Priviet! ¡Tanto tiempo ha pasado, fieles lectores de nuestros periódicos reportes! Hoy les escribimos desde una "otoñal" Rusia, en que la temperatura no sube de los 0°C, la nieve que cayó hace días aún permanece a la orilla de la calle, y donde para salir del departamento en el que nos estamos quedando debemos ponernos encima al menos cuatro capas de ropa. Dejamos hace unos días Azerbaiyán, nuestro último destino caucásico. Como en Armenia y en Georgia, este país nos ofreció una realidad totalmente única. Una de las primeras cosas que tuvimos que hacer al entrar fue sacar nuestro post sobre nuestra estada en Nagorno-Karabagh (N-K), ya que si las autoridades de este país se enteraban de nuestra visita a ese territorio "ocupado" por Armenia, seguro que estamparían un deportado en nuestros pasaportes. Ya les adelantamos en nuestro anterior reporte sobre nuestras primeras impresiones de Bakú, pero ahora, que ya terminó nuestra estada ahí, creemos que podemos hablar con algo más de autoridad de este país. Primero, tenemos que decir que armenios y azeríes se odian, pero, irónicamente, se parecen más de lo que quisiesen. Aquí y allá los hombres ocupan los mismos peinados y andan del brazo. El carrete también comienza a las seis de la tarde y termina antes de medianoche (Cote Evans estaría en su salsa). En Armenia y Azerbaiyán la gente brilla por su hospitalidad, y, aprovechándonos de ello, sacamos dos comidas a restaurantes tradicionales y una visita a una casa de té donde la Pola y la Cata eran las únicas mujeres a las que no se les pagaba por estar ahí. Así también, las calles estaban llenas de night clubs, donde los gringos que están en estas perdidas tierras del petróleo van a buscar algún cariñito pasajero para matar las frías y ventosas noches de Bakú. Aquí las calles también están llenas de escupos, y, a diferencia de Tbilisi, donde nadie se podía sentar a la mesa sin un kachapuri, un vodka y una cerveza, en Bakú lo que la lleva es el té y los chocolates. En esos 21 días de seguro probamos más té que el que habíamos tomado en todas nuestras vidas. En Bakú -no en Azerbaiyán- se respira, huele y transpira petróleo. La ciudad parece una olla a presión a punto de hervir: el tránsito es sinónimo de tacos interminables por todas las calles de la ciudad, los semáforos son sólo elementos decorativos del paisaje y las bocinas son una banda sonora constante en la vida cotidiana de la capital. Prácticamente en cada cuadra se están levantando gigantescos edificios de departamentos, signo inequívoco del boom económico; sin embargo, por la noche estos nuevas y lujosas construcciones lucen prácticamente a oscuras, pues casi nadie puede costear los millones de manats que cuesta una de esas propiedades. Para peor, estos edificios se construyeron sin ningún plan urbano, estacionamientos para propietarios, ni reglamentos de calidad en la construcción, y todos temen que Bakú -región tan sísmica como nuestro querido Chile-, en el próximo terremoto termine en el suelo. Otra historia es la que se cuenta en regiones. En Sumgait, la antigua capital industrial de la Unión Soviética, nada habla de petróleo y todo de pobreza. Pudimos contemplar las enormes y abandonadas fábricas soviéticas, la pobreza de gigantescos bloques de departamentos de la época de Kruschev y un fuertísimo olor a químicos, huella clara de los altos niveles de contaminación que sufre gran parte de Azerbaiyán y del mar Caspio. Aunque también conocimos Guba, casi en la frontera con Daguestán y Chechenia, una hermosísima región montañosa y llena de bosques, donde por primera vez pudimos caminar por las montañas del Cáucaso. Guba es además una ciudad muy curiosa, en la que una enorme colonia judía convive en paz y amistad con el resto de la población musulmana. Como les contábamos al comienzo, en Azerbaiyán tuvimos que sacar nuestro post sobre N-K. Y es que a la razón que ya les dimos se sumaba otra: en este país la libertad de expresión está seriamente amenazada por un gobierno en apariencia democrático pero que nadie duda en calificar de autoritario. No existe esquina o calle de este país donde no veas gigantografías del anterior presidente -Heydar Aliyev- o de Ilham Aliyev, el actual mandamás e hijo de Heydar. Caminas por las calles de Bakú y te encuentras con paredes donde se graban frases memorables de estos dos personajes. Bibliotecas, aeropuertos, fundaciones, bancos y edificios llevan el nombre de Heydar, al que se considera el verdadero salvador de este país del Cáucaso. Los problemas de libertad de expresión los vivimos en carne propia. No llevábamos 24 horas en Azerbaiyán cuando la televisión pública quería hacernos una nota para contar sobre "el proyecto de estos jóvenes documentalistas chilenos". La entrevista fue más bien un interrogatorio al más puro estilo KGB y -como la entrevista fue doblada al azerí- de nuestras bocas salieron frases, odas y alabanzas al gobierno que jamás se nos ocurrió pronunciar. Otro incidente parecido lo sufrimos en unos campos de petróleo en las afueras de Bakú. Luego de grabar imágenes y de hacer un par de entrevistas a trabajadores, dos jeeps aparecieron de la nada a interceptarnos. Un grupo de hombres se bajaron del auto y nos gritaron que qué estábamos haciendo en estos terrenos privados. Tamara -una hiperventilada estudiante de periodismo que hizo de nuestra productora en terreno- corrió a interceptarlos mientras nuestra avispada productora Catalina sacó rápidamente la cinta de la cámara, se la metió en el quetedije, y la cambió por una virgen para evitar el decomiso del valioso material. Mientras Tamara discutía con los milicianos, Catalina –ya adiestrada en las prácticas del periodismo combativo- se preocupó de grabar tomas a la rápida en el caso de que nos pidieran revisar el material. No lo hicieron, pero sí nos obligaron a entregar la cinta. Con nuestro gran talento teatral se la dimos a regañadientes, y, riéndonos para callados por la jugada Bond de nuestra productora, nos retiramos gozando el éxito de nuestra maniobra detectivesca. Entrevistamos a muchos líderes de la oposición, algo desesperanzados por su incapacidad de organizarse y por todos los obstáculos que el gobierno les ponía para impedir la difusión de sus ideas. De hecho, presenciamos la huelga de hambre de los periodistas de un diario que el Gobierno estaba empeñado en cerrar. Pero no todo era pesimismo. Emin Milli, un joven azerí fanático del activismo, estaba comenzando a armar un nuevo tipo de organización no jerárquica, no institucionalizada, basada en Internet y que se moviera con algo más que dinero. Apoyándose en la sed de tener más instancias para socializar de los jóvenes universitarios azeríes, se encontraba levantando un verdadero capital social que sin duda dará que hablar en un futuro cercano, y tambi én en nuestro documental. Dejamos Azerbaiyán sabiendo que estábamos en un país que caminaba en el mismo filo de una navaja. Que a un lado tenía la posibilidad de crecer en forma explosiva y ser exitoso económicamente gracias a los enormes recursos del petróleo, o que podía caer en el abismo de la corrupción, el enriquecimiento de unos poquísimos y el aumento del autoritarismo debido a esta misma fuente de riqueza. Ahora que estamos en Rusia esperamos poder sentarnos a pensar un poco más sobre qué nos llevamos de cada uno de estos países, de su gente, de sus problemas y de sus grandes virtudes. También miraremos el Cáucaso desde este gigante, que no le quita un ojo de encima a esta estratégica zona entre el Negro y el Caspio, y que para bien o para mal, aún respira fuerte y pesado en todo el Cáucaso. Un abrazo! Equipo Cáucaso. |
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Miércoles 3 de enero de 2007 | ||
Quinto Reporte, desde París - Francia | ||
¡Hola a todos! |